domingo, 13 de enero de 2013

Disparar y sangrar.


«Hace tiempo, cuando se estrenó Grupo salvaje, de Sam Peckinpah, en la rueda de prensa un periodista alzó la mano y preguntó en todo inquisitivo: “¿Qué necesidad creen que hay de mostrar tanta sangre?”. Ernest Borgnine, uno de los actores, respondió con aire perplejo: “Pero, señora, es que, cuando te disparan, sangras”. La película se filmó en plena época de la guerra del Vietnam.

Me gusta esta frase. Posiblemente sea uno de los principios básicos de la realidad. Aceptar las cosas difíciles de desentrañar como cosas difíciles de desentrañar, aceptar el hecho de sangrar. Disparar y sangrar.

Es que, cuando te disparan, sangras.»

Sputnik, mi amor, de Haruki Murakami.

Cincuenta páginas en las que Sumire habla de muchas cosas, piensa tal cual, sin poner un filtro, y de todas ellas, este es el fragmento que más me gusta. Aceptar las cosas tal cuál son. ¡Por Dios! Que no cunda el pánico; si algo es difícil, lo es, no nos alteremos. 

Como bien dice "Posiblemente sea uno de los principios básicos de la realidad", otra cosa es que nos lo apliquemos.

En fin, esto es solo una opinión.

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